El hecho de aprender un nuevo idioma es siempre algo que nos motiva mucho sobretodo al principio, puesto que le ponemos ganas, esfuerzo y dedicación dadas por la curiosidad y la atracción de poder hablar una nueva lengua. Siempre existe alguna causa de fuerza mayor por la que nos decidimos por empezar a estudiar un idioma extranjero, bien sea por motivos laborales o simplemente por gusto. La cuestión principal de aprender idiomas es la cantidad de horas de estudio y dedicación que debemos aplicar para llegar a alcanzar un nivel medio-alto que nos permita mantener una conversación simple. Aquí es donde empiezan a aparecer los problemas, pues cualquier motivo es suficiente para interrumpir o dejar de lado la progresión y el interés de aprendizaje de dicha lengua, entre los más comunes encontramos la falta de tiempo, la relación en pareja, problemas de dinero, aparición de otras prioridades, etc.
Así pues, la falta de tiempo se consolida en la primera posición del ranking como el principal problema a la hora de ponerse a estudiar idiomas, de manera que debemos ingeniarnos nuevos métodos de aprendizaje claros y rápidos.
Aprender idiomas en forma de hobby
Cierto es que se nos da mejor y preferimos realizar las tareas de aprendizaje fuera de clase por medio de actividades que nos hagan la vida más fácil y entretenida, maneras y formas que se alejan de la idea de hincar codos y realizar una y otra vez ejercicios sin parar. Puestos a elegir un idioma, escogemos el más usado a nivel mundial, el inglés.
Estas son algunas de los métodos propuestos como alternativa o complemento a los métodos de estudio tradicionales:
- Ver películas y series en inglés, en V.O. y con o sin subtítulos dependiendo del nivel que tengamos.
- Aprender inglés por medio de juegos de sobremesa o juegos online.
- Leer libros y diarios en inglés.
- Escuchar música en inglés.
- Mantener un contacto con el que mantengamos conversas en inglés.
Estos métodos de aprendizaje suelen ser complementarios al estudio tradicional, ya que sin este nunca llegaríamos a tener una base de conocimientos sólidos en cuanto a escritura y gramática, de la misma forma que si se trata de conocimientos específicos como pueden ser medicina o mecánica, es necesario hacer un estudio por medio de libros y cursos especializados para obtener un buen nivel de fluidez y de entendimiento.
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